Antes de aplicar el producto asegúrese que la superficie esté limpia, seca, libre de grasas, polvo, moho o verdín. En caso de salitre lavar la superficie con ácido muriático diluido en tres partes de agua, enjuagar y dejar secar. Aplicar la primer mano en forma rápida y pareja, sin dejar concentraciones de producto, tratando de “estirar“ lo máximo posible. Aplicar la segunda mano, de igual manera que la anterior, antes de que seque la primera. Si desea lograr un semi-brillo aplique una tercer mano. Protege y deja respirar al ladrillo.